
El pladur permite diseñar interiores más eficientes en términos de espacio, ya que las paredes de este material son mucho más delgadas que las de ladrillo u hormigón. A pesar de su menor grosor, su combinación con materiales aislantes como la lana de roca o el poliestireno expandido garantiza un alto nivel de aislamiento térmico.
Esto resulta ideal para apartamentos o viviendas con espacios reducidos, ya que permite ganar algunos centímetros extra en cada habitación sin sacrificar la eficiencia energética.